Conociendo el golf en Golf Station

Concepto regiomontano fomenta la práctica del golf en un entorno cómodo, cálido y divertido.

¿Qué es el golf para ti?, le pregunté alguna vez a un viejo amigo, quien era un apasionado por este deporte.

Dividió su respuesta en dos:

Primero me dijo que el golf es un deporte individual que tiene por objetivo introducir una pelota pequeña y dura en dieciocho hoyos, golpeándola con palos o bastones que se ajustan a la técnica de cada jugador.

‘El ganador es aquel que completa el recorrido saltando los obstáculos con el menor número de golpes posibles’, agregó, y en ese momento me di cuenta de que el tipo básicamente parafraseó la definición que Google nos ofrece cuando investigamos sobre el golf.

Fue la segunda parte de su respuesta la que llamó mi atención…

Porque me dijo que el golf era también una herramienta para socializar, que lo ha ayudado a conocer gente nueva y que incluso los mejores negocios los cerró jugando a dieciocho hoyos.

Me contó que, jugando golf, las personas terminan por revelar qué tan calculadoras son, cuál es su nivel de concentración, qué tan bien manejan la frustración o si tienen sentido de improvisación. Aspectos de vital importancia al momento de conocer a alguien con quien pretendes entablar alguna negociación.

Yo nunca había jugado golf, pero sus palabras hicieron que me dieran ganas de intentarlo.

El problema, pensé, sería encontrar un lugar para hacerlo, además, de que la llovizna ligera que había en ese momento amenazaba con convertirse en tormenta.

‘Conozco un lugar en donde podemos jugar sin importar que esté lloviendo’, me dijo.

Nos subimos a su vehículo y condujo hasta plaza Vía Cordillera, cerca de la UDEM, en Santa Catarina.

¿Qué hacemos aquí?, le pregunté.

Pero él no me contestó.

Caminamos hasta un lugar llamado Golf Station. Primero pensé que se trataba de un restaurante, pero al entrar me encontré solamente con una recepcionista y cuartos cerrados.

Esos cuartos eran cabinas privadas en las que cabían aproximadamente diez personas.

Cada una de estas cabinas contaba con su propio simulador de golf. El personal del lugar se ofreció a ayudarnos, pero mi amigo ya había venido antes, así que él escogió cómo íbamos a jugar, el nivel de dificultad y todo lo demás.

El equipo para jugar era 100% profesional. El simulador contaba con +200 campos, minijuegos, modalidades de torneos y más.

Para alguien como yo, que jamás había agarrado un palo de golf y que desconocía las reglas básicas del juego, ayudó mucho que el espacio haya sido cerrado.

Así no me daba vergüenza sin en un principio mi swing no era el correcto (aunque en ese tiempo ni siquiera sabía qué era un swing).

Otra cosa que me gustó de Golf Station, fue que te dejaba personalizar el momento.

Pusimos la música que nos gustaba, le cambiamos a la tele y hasta modificamos la temperatura del lugar.

Ofrecían también alimentos y bebidas para acompañar la ocasión.

Desde entonces me convertí en un cliente habitual de este increíble concepto, que ahora sé pertenece a SIMCo.

Una empresa regiomontana que busca crecer el deporte a través de la tecnología.